Los colegios La Salle, las obras socioeducativas y su ONGD Proyde en Andalucía y Melilla aglutinan en torno a La Salle Acción Social la respuesta a las realidades sociales vulnerables que se vislumbran en nuestra sociedad, impulsando su compromiso y ofreciéndose como elemento transformador.

Este 1 de febrero, por cuarto año consecutivo, se hará presente el trabajo de tantas personas que hacen de este mundo un lugar más justo para todos. Por ello, en las aulas se reflexiona a la luz de la Encíclica del Papa Francisco “Fratelli Tutti, sobre la fraternidad y la amistad social”. Todo esto se vive como una gran familia que hace de la fraternidad una clave para vivir la paz, desde la dignidad de cada uno y de todos, en comunión, en especial aquellos que hacen de las obras La Salle un lugar de acogida, donde colocarse en el lugar del otro y reconocerlo o, al menos, de comprenderlo.

Más que nunca, la realidad que se vive sacude los hogares en mayor o menor medida. Pero La Salle no se conforma con potenciar y poner en práctica sus virtudes o valores más humanos, sino que la misión lasaliana llama a mirar y acompañar especialmente a los más pobres.

Por ello, durante 2021, las obras socioeducativas lasalianas y la ONGD Proyde acompañaron en Andalucía y Melilla a más de 1.300 personas entre niños y niñas en situación de vulnerabilidad social, menores en un hogar de acogida, jóvenes inmigrantes mayores de edad en un hogar de emancipación, mujeres inmigrantes o personas sin hogar, y cuenta con 14 proyectos de cooperación internacional, ayuda de emergencia y educación para el desarrollo en África Subsahariana y América del Sur.