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Coreen Paul es la presidenta del CIAMEL (Consejo Internacional de la Asamblea de la Misión Educativa Lasaliana). Es originaria de Kuala Lumpur (Malasia), del Distrito lasaliano de Asia Oriental (LEAD) en la Conferencia Regional del Pacífico-Asia (PARC), donde existe una gran diversidad religiosa y cultural, pero una fuerte identidad como familia lasaliana.

Recientemente ha visitado el Distrito de Arlep (La Salle en España y Portugal) y se ha interesado por cómo se gestiona y organiza el Distrito. Su objetivo fue conocer cómo trabajamos aquí, cómo se interconectan nuestras escuelas y comunidades y aprovechar para inspirarse con nuevas ideas que pueda utilizar en el futuro.

Conozcamos un poco más sobre ella a través de estas breves preguntas.

¿Cuál es la razón principal por la que le interesa el Distrito Arlep y su organización?

 A menudo he oído referencias sobre lo bien que está organizado y gestionado el Distrito Arlep y, como estaba en Madrid participando en la Asamblea de la Misión Marista, esta era una gran oportunidad para visitar una comunidad y saber más de un distrito lasaliano.

Hablando de organización, ¿qué cree que destaca del Distrito Arlep?

Lo que más me ha llamado la atención en el poco tiempo que he estado aquí es la cantidad de personas implicadas para que el distrito funcione bien. Las diferentes funciones, los distintos cargos y las responsabilidades que tiene cada uno. Todo parece perfecto.

 ¿Podría decirnos cuáles son las principales vías de trabajo de CIAMEL en este momento?

En este momento, el CIAMEL se está organizando. Estamos aprendiendo más sobre las comisiones y oficinas y buscando formas de acompañar a los distritos. Estamos explorando formas en las que podemos animar y promover una familia lasaliana carismática.

Sabemos que estás interesada en el papel de la mujer en la misión lasaliana. ¿Qué puede decirnos al respecto y cuál es su trabajo en relación con este tema?

Las mujeres forman una gran parte de nuestra familia lasaliana y desempeñan un papel importante para hacer avanzar la misión a nuestra manera. Siempre me interesa ver cómo las personas aportan dones diferentes y cómo estos dones pueden compartirse y multiplicarse en beneficio de los necesitados.

Todos necesitamos diferentes formas de apoyo mientras seguimos creciendo y avanzando con esta misión que amamos. Necesitamos espacio y oportunidades para que se nos escuche y para compartir nuestros pensamientos e ideas. En la vida del fundador, las mujeres desempeñaron papeles importantes, pero la mayoría de las veces en un segundo plano. Las mujeres de hoy han surgido para trabajar junto a nuestros Hermanos y esto exige consideraciones creativas sobre cómo avanzar juntos.

¿Por qué consideras que visitar y conocer las situaciones de los demás y sus diversidades es importante para desarrollar tu misión?

Siempre estamos aprendiendo y descubriendo nuevas formas de ser y de servir a los demás. Aprender de los demás es una gran manera de crecer y aprovechar lo existente. No tenemos que seguir reinventando cuando contamos con una gran riqueza de conocimientos, experiencia y pericia dentro de nuestra familia global. Así que sí, aprender de los demás es una forma maravillosa de crecer en la misión y para la misión.

Por último, si pudiera pedir un deseo para el futuro lasaliano, ¿qué pediría?

Espero que algún día veamos florecer nuevos ministerios o iniciativas para responder a las necesidades que no pueden satisfacerse dentro de las estructuras tradicionales. Espero que demos, amemos y sirvamos a través de nuestras desigualdades de la mejor manera que podamos. Me identifico con la esperanza y el sueño del Hermano Superior General, Armin Luistro, de que juntos podemos hacer posibles los sueños imposibles. Juntos somos más fuertes.