1ª Crónica caribeña del H. Juan A. Rivera
Despedida y llegada a La Habana
El periplo caribeño 2017 comienza en un viernes 17 de Marzo, antevísperas de la fiesta patronal del Instituto, San José. La despedida no pudo estar más y mejor acompañada como nos muestra el selfie de Mikel quien hizo además de chófer acompañado del notario de la salida, Joaquín. Más garantías, imposible. Gracias por ello.
El vuelo UX51 de Air Europa, fue tranquilo y sin sustos de ningún tipo. Así que hubo tiempo para todo: lecturas, meditación, dormición, y tres películas: Altamira (sobre la historia de las famosas cuevas), con Antonio Banderas; Un día perfecto, con Benicio del Toro, y La Modista, con Kate Winslet. Casi diez horas de vuelo y a las 19,25 del 17, hora cubana ya pisaba tierra.
La Comunidad ubicada en Jesús del Monte, barrio extramuros de La Habana, llamado La Víbora, está compuesta por un hermano mexicano Isaac, que es el director; un hermano ecuatoriano, Ramiro (antiguo compañero mío en el CIL), David (cubano) y un postulante de 27 años, Luis Miguel al que le deseamos el mejor de los futuros.
La mañana de mi primer día en la isla mayor de las Antillas me aguardaba una agradable sorpresa. Los hermanos Isaac y Ramiro me invitaron a un mini Congreso de Educadores e Historiadores organizado por los Hermanos Maristas con motivo del Bicentenario de su fundación (1817-2017) y cuyo tema fue: “La Iglesia y la Educación en Cuba: del pasado al presente”. Hubo un reporte de trece congregaciones religiosas. La aportación lasaliana en este acto corrió a cargo del H. Isaac quien centró en la oferta de promoción humana y cultural que actualmente imparte en La Habana y Santiago de Cuba en el ámbito de la informática, enseñanza del inglés, y de la administración y de los pequeños negocios todo ello bañado en el área de la formación en valores. En Santiago además hay una aportación muy lasaliana en la catequesis rural y periurbana. Digno de reseñar fue el tema: “Jesuitas y La Salle. Aporte a la Juventud Católica cubana”, a cargo de un historiador local. No en vano el Venerable H. Victorino es el fundador de lo que luego sería la Acción Católica Cubana.
Actualmente los hermanos maristas tienen dos obras en cuba: una en Cienfuegos y otra en La Habana. Su labor en la capital del país está centrada fundamentalmente en la formación de los seminaristas. En síntesis: un bonito acto de confraternización y de pertenencia eclesial. En Cienfuegos animan un centro de pastoral juvenil.
La mañana del domingo 19 en la capital fue bien breve. Se limitó a la Eucaristía en la Parroquia de San Juan Bosco que animan los salesianos en el barrio de La Víbora y a recoger la maleta para tomar el vuelo con rumbo a R. Dominicana vía Panamá. Lo de pasar por este país no tiene nada que ver con dejar o tomar esos famosos papeles que tan de moda se pusieron no hace mucho.
Fueron a recogerme al aeropuerto los Hermanos Gerardo Pérez (director de la Comunidad) y Luis Franco, miembro de la misma. Y casi sin darnos cuenta en poco tiempo ya estaba en mi nueva residencia en el Colegio Dominicano De La Salle. Allí en mi habitación me encontré con este cartelito de bienvenida que siempre agrada al recién llegado.
La adaptación más grande que he tenido que hacer es a la hora de levantarse de lunes a viernes ya que la oración comunitaria de la mañana de estos días es las 5:45 a.m. ¡Casi nada! Pero a todo se hace uno y ya como si tal cosa.
Me había encomendado en Santo Domingo impartir un curso de Coaching para Educadores , de 40 horas de duración. Este curso comenzó el miércoles 21 en el Centro de Formación Hermano Alfredo Morales, unos locales muy bien acondicionados y que se estrenaban precisamente con este curso. Participan 20 personas casi todas profesores/as de nuestro Colegio Dominicano de La Salle y de un colegio de Religiosas Franciscanas de los Sagrados Corazones, de la Beata Madre Carmen, cuya Casa General se encuentra en Antequera.
Siempre hay huecos productivos para otros eventos como el encuentro con el claustro de profesores de los Colegios Dominicanos De La Salle y San Juan Bautista de La Salle, éste último en un barrio muy popular y de clase media baja de la capital. También pasé un buen rato con motivo de la charla a los padres del Colegio Serafín de Asís (el de las religiosas franciscanas de Antequera) sobre “la escucha en el tiempo de Cuaresma”. Ya se pueden imaginar ustedes los mimos recibidos por parte de las sores.
Así de sencillo y así de profundo. Eso fue lo que viví en la mañana-tarde del 7 de abril en Monte de Oración (Moca-República Dominicana). Se conmemoraba ese día los 15 años de presencia lasallista en la provincia Espaillat-Moca, la fiesta litúrgica de San Juan Bautista de La Salle y una jornada de retiro para Maestros y otra para estudiantes en Vílla Cafetalera, también en Moca.
Al coincidir ambas sólo pude participar en la primera. Y a ella me refiero en las líneas siguientes. Bajo la animación general del H. Crispín, se desarrolló esta mañana prolongada de retiro que congregó la friolera cifra de 1.388 maestros/s de Moca y alrededores de Centros docentes de distintas instituciones públicas y privadas. Dato significativo: De esta cantidad solo unos 100 eran maestros de los Centros La Salle de la zona. Y era La Salle, la institución convocante y organizadora. ¿Qué nos puede estar diciendo este dato? Ahí dejo el interrogante.
Cinco momentos a destacar: la oración inicial, a cargo del H. Ramiro Velasteguí (de Cuba); la conferencia titulada: “Una llamada, muchas voces”, que impartió el H. Pedro Orbezua (Visitador del Distrito Antillas-México Sur); la reflexión personalizada en silencio; la Eucaristía en honor de San Juan Bautista de La Salle, con motivo de su fiesta litúrgica y con rango de solemnidad, que presidió el Nuncio Apostólico en República Dominicana Monseñor Jede Tadheus Okolo (Nigeriano), y el Almuerzo y hora de alegría. Todo ello estuvo amenizado por el grupo musical “Fernando Laurencio y su ministerio Cilampa” (Cilampa=llovizna de amor) bajo la dirección del propio Fernando quien de vez en cuando invitaba a la numerosa concurrencia a entrar en acción.
Llama mucho la atención y en sentido positivo de dicho término el alcance del poder de convocatoria para un acto de esta naturaleza. Esto no es fácil de lograr en otras latitudes geográficas. Y si esto es llamativo no lo es menos el comportamiento, la participación activa y el clima de oración conseguido con un colectivo tan diverso y tan numeroso. Se repartieron varios folletos con datos biográficos de SJBS, sus aportes a la educación y a la pedagogía y a la presencia de la obra lasallista en el mundo. Era palpable el clima de satisfacción de los participantes. En más alto lugar no pudo quedar el nombre de LA SALLE en el día de su fiesta litúrgica en esta parte del territorio dominicano.
Para no ampliar más esta primera crónica dejo para la siguiente allá por mitad de mayo la experiencia de mi primer retiro caribeño.
H. Juan A. Rivera
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Creado: 17 Abril 2017
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Última actualización: 17 Abril 2017
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