Y María dio a luz a su Hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el albergue.  En esa región acampaban unos pastores, que vigilaban por turno sus rebaños durante la noche. De pronto, se les apareció el Ángel del Señor y la gloria del Señor los envolvió con su luz. Ellos sintieron un gran temor, pero el Ángel les dijo: «No temáis, porque os traigo una buena noticia, una gran alegría para todo el pueblo: Hoy, en la ciudad de David, ha nacido un Salvador, que es el Mesías, el Señor.  Y esto os servirá de señal: encontraréis a un niño recién nacido envuelto en pañales y acostado en un pesebre». Y junto con el Ángel, apareció de pronto una multitud del ejército celestial, que alababa a Dios, diciendo: "¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra, paz a los hombres amados por él!». Después que los ángeles volvieron al cielo, los pastores se decían unos a otros: «Vayamos a Belén, y veamos lo que ha sucedido y que el Señor nos ha anunciado». Fueron rápidamente y encontraron a María, a José, y al recién nacido acostado en el pesebre. Lucas, 2, 7-16. A partir de este texto, el pintor ha hecho de él la interpretación que vemos abajo.

El anuncio a los pastores del nacimiento de Cristo, según narra el evangelio de san Lucas, concebida como una escena campestre, es cumbre de la pintura románica y la composición donde este pintor anónimo nos dejó su obra más interesante. Podemos apreciar su sentido de la composición como conjunto, el gusto por la representación de la naturaleza, su capacidad para representar el movimiento o el interés por los detalles. El pintor se ha entretenido en mostrarnos los elementos básicos del paisaje, como los árboles o los montes que traza aprovechando el lateral de la bóveda. El artista del Panteón sustituye los pastores de Belén por tres pastores leoneses. El ángel anuncia a los pastores el Nacimiento de Cristo, mientras tanto unos cerdos comen bellotas caídas de un árbol, unas cabras y unas ovejas pacen, un mastín bebe leche, dos machos cabríos se enfrentan. Un pastor toca el cuerno avisando a los demás del acontecimiento; otro da de beber leche a su mastín en un plato; y un tercero toca el caramillo y empuña el cayado. El tema del anuncio a los pastores forma parte del ciclo de la infancia de Jesús, contrapuesto con el de la Pasión (con otros dos temas en estas bóvedas), y con el de la exaltación divina de Cristo (Pantocrator).