Las tres Gracias, hijas de Zeus, personifican en el mundo clásico la sonrisa de la dicha frente al dolor. El arte las representa desnudas, mimosas y abrazados, simbolizando la liberalidad de dar, de recibir y de agradecer. En el Olimpo auxilian a Afrodita, vistiéndola y perfumándola para sus citas eróticas. En esta obra realizada para el aristócrata inglés John Russel el artista recupera la esbeltez clásica, tras la cálida opulencia que prestó a sus formas Rubens.