La tradición de meter un regalo en el Roscón de Reyes proviene de esta fiesta holandesa llamada El Rey Bebe. La fiesta del día de Reyes se celebraba en familia y se elegía un rey de la fiesta. El modo de designarlo era ocultar una judía o una moneda en un bollo, o en un pan. El que lo encontrara era el rey todo el día y estaba obligado a beber sin medida. Junto al rey se designaban dos ayudantes, el glotón y el bufón, a quien vemos bailando frenéticamente para "su señor". El resto de asistentes observan divertidos la escena, mientras el rey, ya coronado, alza su copa y bebe. La estancia está captada con intención documental, quedando retratado el modo de vida cotidiano de sus moradores, con las vasijas de barro, los pobres muebles de madera y los animales domésticos.