El cuadro se llama erróneamente La ronda nocturna por la suciedad que lo cubría a finales del siglo XVIII. Fue un encargo de la Corporación de Arcabuceros de Ámsterdam para decorar la sede de la milicia. Tras la restauración (1946) se comprobó que la escena ocurre a plena luz del día. Rembrandt presenta a la compañía del capitán Frans Banninck Cocq y del teniente Willem van Ruytenburch recibiendo sus órdenes para salir por una puerta de la ciudad que se ve al fondo. Detrás hay otros 16 integrantes de la compañía. Están también identificados, el sargento Reijer Engelen que sujeta una alabarda en el lado izquierdo y Jacob Dirksen, con una pica detrás del que sopla el mosquete.

El capitán y el teniente están adelantados a un grupo que no están ordenado en fila, como era lo habitual. Rembrandt ha recogido el momento previo de la formación para crear un espectáculo de hombres en acción. Es una disposición no realizada antes lo que da la cuadro una gran originalidad. Los personajes, que realizan acciones diversas, están dispuestos en varios planos en profundidad. Un complicado juego de diagonales se entrecruza con la disposición en planos llenando de dinamismo la escena. El bullicio y la desorganización de la partida aumenta con la intromisión de elementos ajenos a la compañía (el niño, las niñas y el perro). La unidad del conjunto se consigue, sobre todo, merced al color -ese acorde tan utilizado por Rembrandt de rojos, amarillos y negros-, a la luz y al poder sugestivo del claroscuro.

Es una pintura grande. Las figuras son de tamaño natural o ligeramente mayores. Esto y la mano extendida del capitán y los chuzos y escopetas levantados nos hacen sentir que estamos presentes, mientras que la iluminación teatral y la sugestión del movimiento en todas partes contribuyen al entusiasmo. Y aunque vemos, a pesar de la confusa imprecisión de las imágenes, un desorden en el grupo, a nivel pictórico, todo está perfectamente ordenado y en su lugar. ¿Cómo se lo ingenió Rembrandt para conseguirlo sin perder verosimilitud?

Para responder a esta pregunta hay que observar las armonías del color y las bases geométricas de su dibujo. La principal armonía de colores la crean los amarillos del uniforme del teniente y el vestido de la niña que corre entre el grupo situado a la izquierda del capitán, y los rojos de su fajín y los uniformes de los individuos con escopetas a la izquierda de la niña y detrás del teniente. Estos acentos de color están relacionados entre sí y se repiten en todas partes. Observemos de nuevo lanza partesana del teniente y el bastón del capitán, las escopetas, el asta del estandarte y las lanzas que más sobresalen. Los elementos más próximos apuntan hacia nosotros en diferentes direcciones y la lanza del teniente indica la dirección de la marcha. Pero la postura de cada uno de ellos sobre el lienzo es, o bien paralela a esa lanza (si están a la derecha del capitán) o forma un ángulo recto con él (si están situados a la izquierda como su bastón). El tambor, que aparece como si se inclinara alejándose de nosotros, sigue también esta segunda alineación. De este modo, un orden geométrico oculto mantiene unidos precisamente los elementos de la composición que le dan mayor viveza.

1. Frans Banninck Cocq (1605-1655), capitán. 2. Willem van Ruytenburch (1600-1652), teniente. 3. Jan Cornelisz (1610-1650), portaestandarte. 4. Reijter Engelen (1588-1651), sargento. 5. Rombout Kemp (1597-1654), sargento. 6. Mosquetero. 7. Hombre con capa y espada. 8. Herman Wormskerck, con escudo y espada. 9. Mosquetero con Furket und Lunte. 10. Mosquetero cargando su arma. 11. Niño con cuerno de pólvora y un casco de gran tamaño. 12, 13, chica en oro y azul. 14. Joven del que se ve el casco disparando. 15, 16, 17. cabeza de un hombre. 18. Hombre con casco, escudo y espada. 19. Cabeza de un hombre. 20. Piquero. 21. Cabeza de un hombre. 22. Hombre con casco cerca de un mosquete. 23. Piquero (¿Wallich Stellingwou?). 24. Hombre soplando la pólvora de un mosquete que acaba de disparar. 25. Piquero (¿Jacob de Roy?). 26. Cabeza de un piquero. 27. Mosquetero. 28. Cabeza de un hombre. 29. Piquero. 30. Tamborilero, probablemente Jacob Jorsizrommler. 31. Cabeza de un hombre. 32. Mosquetero sin sombrero (eliminado hacia 1715). 33. Hombre con sombrero (eliminado hacia 1715). 34. Niño (eliminado hacia 1715).
Frans Banninck Cocq y Willem van Ruytenburch
El capitán Frans Banninck Cocq es la figura central del cuadro. Indica con la mano la orden a su teniente Willem van Ruytenburch y la alarga al espectador, incluyéndolo en la escena. Pese a evitar un orden jerárquico en la distribución de los miembros de la milicia, estos dos personajes aparecen adelantados al grupo.

Los guantes, el bastón y la espada acentúan la dignidad del capitán.

El teniente, más pequeño de estatura que el capitán, lleva la lanza partesana y va vestido con un traje de tono amarillo que lo realza para compensar las distintas estaturas.
Niños y perro en el cuadro
Llama la atención la presencia de tres niños corriendo (dos niñas y un niño) y un perro, por no ser de la misma temática que el resto de la escena. La que parece niña por su tamaño, pero mujer por su cara, constituye un personaje clave en el cuadro; sirve como foco de luz. Ni se encuentra en penumbra ni las sombras no la tocan. Es como si no tuviera nada que ver con el resto de personajes. Esto ha llevado a algunos críticos a ver en la niña un retrato de Saskia, primera esposa del pintor, muerta prematuramente el año en que se pintó el cuadro. No era raro que posara de modelo en muchos de los retratos de su esposo. Viste un traje amarillo limón y en la cintura le cuelga un gallo blanco con pinceladas azules. El gallo era el emblema de la compañía que Rembrandt representó.
Personaje curioso es también la figura femenina vestida  de verde que aparece insinuada detrás.
En el cuadro aparece, además, un niño corriendo y un perro ladrando junto al personaje que toca el tambor.
Otros personajes
 

Rembrandt da aquí una de sus más aplastantes demostraciones del dominio de los recursos pictóricos, pero al transformar el retrato en "acontecimiento" -y por tanto a los "personajes" en "actores- dejó insatisfechos a sus clientes. Para conseguir la unidad dramática el pintor había tenido que renunciar a conceder a todos los milicianos el mismo peso en la representación, o lo que es igual, idéntico grado de ostentación. Rompía así uno de los convencionalismos básicos del género y ello hace comprensible el relativo fracaso del cuadro que aunque fue aceptado contribuyó más al descrédito que a la fama del artista.
¿Autorretrato?
Un detalle curioso. En estos cuadros cada retratado pagaba una parte proporcional del cuadro. Aquí lo hicieron todos, aunque no en la misma cantidad. La figura del tambor es la única que no tuvo que pagar, ya que fue invitado para realzar la ocasión. Pero hay una persona del que sólo se ven unos ojos y que no pagó tampoco. Está entre el hombre del casco y el de la bandera; aquí encontramos unos ojos inquietos que se asoman con lo que parece una gorra de pintor. Se ha dicho que Rembrandt quiso incluirse en su magnífica obra.
Los mosqueteros
Presenta el uso del arcabuz que había sustituido al mosquete como arma de fuego. El de traje rojo lo está cargando por el cañón y lleva colgados de su hombro, cintura y de las rodillas los cartuchos de pólvora. En esta imagen  de abajo vemos el disparo efectuado por el mosquetero que está detrás de capitán y del que se ve el casco. Más abajo, un miliciano sopla los restos de pólvora después de disparar.

Tamaño original, copias y reproducciones
El emplazamiento original para el que fue pensado el lienzo fue la sede municipal de la Compañía de Arcabuceros de la capital holandesa. Este edificio fue destruido y reemplazado a mitad del siglo XIX por el actual hotel Doelen. En 1715, La ronda de noche se trasladó al Ayuntamiento de Amsterdam en la plaza Dam. Sus grandes dimensiones hicieron que fuese mutilado en esta época cuando le fue cortada una franja en el lateral izquierdo y superior, eliminando a tres de los personajes de la escena. Conocemos su aspecto originario debido a diferentes copias anteriores a 1715, entre las que destaca una copia, obra de Gerrit Lundens (1622-1686) y conservada en la National Gallery de Londres. Es la imagen de abajo, a la que se ha añadido unas líneas en blanco para relacionarla con el estado actual.
Este grupo en bronce de los personajes de La ronda de noche se realizó para conmemorar el 400 aniversario del nacimiento de Rembrandt (2005). Fue hecha por Alexander Taratynov y Mikhail Drono. Abajo, el grupo al aire libre.