Esta pequeña tabla pintada al óleo (50 x 64 cms) fue pintada en 1770 y se encuentra en el Museo del Prado, gracias a un donativo particular. Representa al rey Carlos III en mitad de un almuerzo que presencia su corte. Aunque parezca un tema poco interesante, asistir a los rituales diarios de los monarcas era un privilegio que pocos podían alcanzar. La corte española, en un intento de remedar a la corte francesa de Luis XIV en la que había esta costumbre, no era menos. Existen testimonios de que en una almuerzo celebrado por el rey a finales del siglo XVII podían intervenir varias decenas de sirvientes, cada uno de ellos encargados de una función concreta, como ofrecer la servilleta, retirar la copa del vino, etc. Así, un hecho cotidiano como es un almuerzo movilizaba a gran parte del personal de palacio. Además en estos almuerzos, el rey solía departir con sus ministros y celebrar consultas con sus cortesanos Así que lo que Paret representa es casi un acontecimiento de estado, pero tratado con finísima ironía. 
Carlos III, de vida metódica y rutinaria, comeía en público con frugalidad. Después, -en verano dormía la siesta pero no en invierno- invariablemente salía por las tardes a cazar hasta que anochecía.
La paleta del pintor es colorista y vibrante, administrada en pinceladas breves, que provocan brillos vidriosos de aspecto un tanto amanerado. Sus cuadros, de tamaño mediano o pequeño, estaban dedicados a aristócratas y altos burgueses. Detalles del espejo con decoración de rocalla y de un tapiz de la pared.