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La Salle ManaguaHéctor es de esos alumnos que no pasan desapercibido. Simpático y de carácter alegre. Buen estudiante y compañero. Dicharachero y locuaz, siempre tiene unas palabras con las que levantarte el ánimo o arrancarte una sonrisa. El domingo 24 de junio sumó en Palencia una victoria más a su palmarés deportivo como atleta, pero más importante, logró una hazaña que redunda en el compromiso social y destaca los sólidos valores de este joven de 20 años.

Una promesa y una reivindicación

Cuando el pasado domingo 24 de junio apenas había amanecido en la ciudad del Carrión, Héctor ya había comenzado su particular reto denominado “Susurro del Cristo”: completar 50 ascensiones consecutivas a los pies del Cristo del Otero, obra del escultor palentino Victorio Macho. En total, más de 64 kilómetros de subidas y bajadas con un doble objetivo que él mismo se había propuesto.

La Salle Managua 2Por un lado, llevar a cabo una promesa que realizó en un momento complicado de su vida marcado por problemas de salud y, por otro, reivindicar el valor del patrimonio de la ciudad de Palencia, su gestión y conservación, con el Cristo como uno de sus máximos exponentes. De esta manera “se pretende reivindicar el plan director del Cristo del Otero desde los valores del deporte” afirma el presidente de la asociación de vecinos del barrio del Cristo, del que Héctor es vecino de toda la vida. Estas actuaciones implican la recuperación, no solo para los vecinos sino para todos los palentinos y visitantes, de las zonas degradas de los barrios que circundan el cerro en donde se asienta el icono de la ciudad.

La gesta de este alumno de La Salle Managua de Palencia, nos enorgullece enormemente y es una verdadera suerte tenerlo entre nosotros. Su capacidad de sacrificio, de esfuerzo, de generosidad, de constancia y afán de superación son las señas de identidad de la familia lasaliana encarnadas en un estudiante que se evidencian en sus propias palabras al concluir el desafío. “Estoy muy contento. Me he visto muy bien y bajando el ritmo he podido completarlo sin parar; por mi barrio y por mi gente saco fuerzas de donde haga falta”. Unas fuerzas que nos motivan a seguir mejorando cada día.

¡Muchas gracias, Héctor y enhorabuena!

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